La importancia de la perla
en Suarez
La perla es un elemento especialmente reconocible que ha estado muy presente en la historia de Suarez. Una gema orgánica que hemos conseguido ensalzar a través de diseños únicos que trascienden como símbolos atemporales de pureza, amor y protección.
Desde 1943, año de fundación de Suarez, la familia ha trabajado con la perla como elemento en sus creaciones, pero fue realmente a partir de los años 80 y 90, cuando su demanda creció exponencialmente, por lo que se comenzaron a elaborar diseños más voluminosos con esta joya de la naturaleza como gran protagonista.
A partir de los 2000 y hasta hace unos años, la tendencia de la perla cambió, recuperando el uso de ejemplares más pequeños en joyas más sencillas. Hoy en día la tendencia de los 80 y 90 está volviendo; los grandes volúmenes, las apilaciones y las combinaciones se han recuperado como statement renovado del lujo contemporáneo.
Catálogo Suarez de finales de la década de los 80.
El origen de la perla
Suarez
Al igual que con las piedras preciosas, la familia Suárez viaja personalmente a los mercados internacionales de perlas para poder seleccionar todos los ejemplares y asegurarse de que cumplen con los exigentes estándares de calidad de la casa.
Desde hace décadas, Suarez es una de las pocas casas de joyería en conseguir acceso directo a las exclusivas subastas que están solo al alcance de los profesionales y especialistas de perlas. Gracias a la profesionalidad que precede a la familia y los expertos Suarez, se han forjado relaciones con los proveedores más selectos del mercado, los que nos asegura ofrecer a nuestros clientes ejemplares de la mejor calidad posible.
Gracias a este minucioso proceso de búsqueda y posterior selección conseguimos asegurar la máxima calidad de todas y cada una de nuestras joyas, lo que ha provocado de manera directa que nos hayamos convertido en una de las casas de joyería españolas de referencia en el saber hacer de la perla.
Un proceso de confección
artesanal
Una vez seleccionamos los lotes de perlas de la mejor calidad, llega el momento de traerlas a nuestro taller en España para examinarlas de nuevo una a una y clasificarlas según su tamaño, color y tipología.
Solo la mirada entrenada y experta de la familia y nuestros maestros joyeros es capaz de diferenciar y clasificar cada una de las joyas para agruparlas e incluirlas en el diseño que las precise.
La clasificación de las perlas se hace de medio milímetro a medio milímetro y se separan una a una, pero también utilizamos un tamiz para hacer degradé de collares progresivo que además facilita el trabajo de hacer parejas similares para los pendientes.
El proceso de creación de nuestros collares es diferente. En primer lugar, se piensa en el valor del ese collar, después, se van colocando las perlas en tiras adhesivas y se enfilan para ver lo que se tiene de cada tamaño y así saber cuántos collares similares pueden elaborarse con esas mismas características.
Después se marcan y se taladran una a una con unas brocas especiales de tungsteno, y tras escoger dónde irá ubicado el cierre normalmente oculto, llega el momento del enfilado con un hilo de seda con el que se pasa a mano cada perla y se hace un nudo sin espacios para contenerlas en el caso de roturas y que al mismo tiempo estén protegidas el roce entre sí.
Las perlas más deseadas
En Suarez solo trabajamos con los mejores ejemplares de estos tesoros de la naturaleza pensados para perdurar en el tiempo y mantenerse de generación en generación.
Mayoritariamente utilizamos tipos concretos de perlas. En primer lugar, está la perla Akoya, muy apreciada por su forma perfectamente esférica y su inconfundible brillo nacarado, se presenta en tamaños que van desde los 2 mm hasta los 12 mm.
También están muy presentes en nuestro imaginario las majestuosas perlas Australianas y Golden, cultivadas en las cálidas aguas del Pacífico. Estas destacan por su tamaño más generoso, que puede superar los 15 mm, y por sus tonalidades que van del blanco más puro a los dorados más intensos, reflejando una sofisticación incomparable.
La perla de Tahití en su caso está llena de una profundidad enigmática gracias a su característica gama cromática, que abarca desde grises plateados hasta negros profundos con matices verdes y azulados.
Independientemente de su origen, la delicada morfología y estructura de las perlas hace que sean elementos muy delicados frente al roce con otros materiales, pero al mismo tiempo poseen una alta resistencia frente a impactos.
